viernes, 27 de diciembre de 2013

LAS PRIMERAS ARQUITECTAS ESPAÑOLAS



En España fue Matilde Ucelay nuestra primera arquitecta, su excelencia y constancia fueron premiadas al recibir en el año 2004 el Premio Nacional de Arquitectura, otorgado anualmente por el Ministerio de Vivienda a “aquellos arquitectos cuya aportación sobresaliente y continuada, realizada fundamentalmente en España, y valorada con criterios objetivos, haya puesto de relieve los aspectos sociales, económicos, estéticos y tecnológicos de la arquitectura".
Pero, ¿quienes fueron las que la precedieron?

La segunda que terminó los estudios de arquitectura en nuestro país fue Rita Fernández Queimadelos, también desconocida por el gran público. Nació en 1911 en La Cañiza (Pontevedra) y estudió dos cursos de Ciencias Químicas en la Universidad de Santiago de Compostela desde 1928 a1930. Se trasladó posteriormente a la mítica Residencia de Señoritas de Madrid e ingresó en la Escuela de Arquitectura en1932, terminando en 1941. Arquitecta en Regiones Devastadas ­-Madrid (1941-1946)- interrumpe su actividad  profesional al nacer su cuarto hijo. La reanuda al trasladarse a Murcia en 1954 donde trabaja como Arquitecta Escolar provincial, Arquitecta Municipal de Mula, Arquitecta de la inmobiliaria C.R.I.S.A. y, además, ejerce libremente. Vivió en Barcelona donde se jubiló en 1974., siendo una avezada internauta hasta su fallecimiento


María Juana Ontañón fue la cuarta mujer en obtener el título de arquitectura en España y quizás la primera en ejercerla de manera efectiva. Casada con el también arquitecto Manuel López-Mateos, compartió con él su vida y su profesión. Formaron juntos una pareja pionera para su época en nuestro país, manteniendo ella en todo momento, dentro del estudio, su independencia y su enorme personalidad creativa, radical, tenaz y positiva. Alumna de Luis Moya, colaboró con él en el proyecto de la Universidad Laboral de Gijón. También colaboró en el diseño del Plan General de San Sebastián y en el Plan Vidagor de Madrid así como en  multitud ddificios de viviendas y turísticos en la costa del Levante españo

 Mujer culta, apasionada, gran polemista, viajera incansable y excelente dibujante, su personalidad polifacética y gran curiosidad le hizo interesarse por temas tan diversos como el dibujo al guache y a la acuarela, la fotografía, el bordado, la botánica, las tradiciones y vestidos populares y otros muchos, quizás en la tradición universalista de la Institución Libre de Enseñanza donde se formó en su juventud. De todos ellos nos ha dejado excelentes ejemplos. Junto con la arquitectura y su familia, su otra gran pasión fue el deporte, practicando, entre otros, el esquí y el rugby, del que fue impulsora y donde hizo amistades que la acompañaron toda su vida.

 

sábado, 21 de diciembre de 2013

CHARLOTTE PERRIAND: Un arte de vivir.

 
Cuando en 1927 la joven Charlotte Perriand de 24 años, entró en el estudio del Arquitecto Le Corbusier en busca de trabajo, éste le contestó textualmente: “Desgraciadamente, Madame, en este taller no bordamos cojines".

Pero al ver sus diseños de tubo cromado, cambió de opinión,  la contrató, y durante 10 años crearon en conjunto las piezas más emblemáticas del mobiliario moderno, como la famosa “chaise longue, conocida como la LC 4, todo un icono de la era racionalista, y que muy pocos saben que fue concebida por Charlotte Perriand. Diseñada, según sus palabras, desde una perspectiva integral del ser humano, teniendo en cuenta a la vez parámetros fisiológicos, funcionales, circulatorios o formales.


Charlotte Perriand colaboró con Le Corbusier en numerosos proyectos de arquitectura, diseñando los equipamientos para diferentes villas como la Savoya, y trabajó con él en la definición de la “cellule minimum” (1929). Diseñó también el primer prototipo de  cocina para la Unidad de Habitación de Marsella e incluso elaboró una teoría de la importancia de las mujeres en la creación. Estaba impresionada en como la mujeres habían sabido evolucionar en cuanto a su vestimenta, desde los trajes encorsetados e incómodos de finales de siglo XIX, a una nueva forma de vestir más natural y confortable. “El corazón, el empuje, el espíritu de inventiva con que las mujeres han revolucionado su indumentaria, es un milagro de los tiempos modernos” decía Charlotte.

Pero el punto álgido de su carrera, donde confluyen todas sus exploraciones previas sobre arquitectura  prefabricación, estandarización, célula mínima, industrialización y materiales, llegó con el proyecto del complejo invernal de Les Arcs en la Savoya francesa. Entre 1967 y 1982, Perriand proyectó y construyó (en esta ocasión sin Le Corbusier) las tres estaciones de esquí de Les Arcs, situadas a 1600, 1800 y 2000 metros de altitud, donde había que alojar a 18.000 personas.
 


La meta que Perriand se propuso a lo largo de su carrera se resume en el título de la exposición retrospectiva realizada en 1985 en el Musée des Arts Décoratifs de París: Un Arte de vivir. Sus obras nos descubren “el espectáculo de todo lo que existe en el ser humano, en su espíritu y en su carácter”. Con más de noventa años, hasta hace poco aún continuaba trabajando con su equipo en el taller de Rue Las Cases de París. Murió en 1999.